viernes, 30 de noviembre de 2012

Por una noche









Título: Por una noche


Autor: John Betancourt

Me despierto, trasciendo en las grietas de tu pintura rupestre,
el lienzo era virgen y ajeno al tacto.
Huele a saliva amarga y apagado tabaco.

Amaneciste en mi cama.

Traviesos fueron tus pies que se enredaron con los míos y,
en mitad de la noche hicieron calor y me dieron esperanza.

Encendiste el fuego.

Fue el efecto de tus ojos sobre mi rostro, 
tus manos inquietas que en la oscuridad buscaban mis labios,
mi espalda, mi cuerpo. 

Te hice mi virtud y alegría de fin de semana…,
te convertiste en más que eso; ya has enamorado a mi pluma y 
mira que nunca hago versos.

Que saborsito expres tan adictivo, tan perfecto. 
Dame un pase de permanencia entera, 
aquí quiero descansar mis huesos.

-John Betancourt.

miércoles, 28 de noviembre de 2012





Quiero descubrir que escondes detrás de ese velo,

descansar en tus rizos, muy dentro de ti.
Donde pueda sentir tu latido ansioso.
Donde encuentre mi paso hacia ti.



-Leo Rangel

Poeta de basurero II



Título: Poeta de basurero II Autor: Fernando Violahuesos


Bosquejos sensuales se contraen en tu cuerpo,
emana orgasmos sobre algún pentagrama,
Ocultismo entre hojas gastadas; divino el trazo
éxtasis perdido entre laberintos sin salida.

Tu figura hierve repentinamente toda sangre,
catedral y ley, el enyugo de la ortodoxa lujuria.
La estructura de tu silueta, que perfecto corte
arsenal de perversiones, a mi virilidad humilla.

Sucios sermones claudican entre la razón y el deseo,
nuestras sombras sobre el vaivén  de una tenue vela.
La sed insaciable, virginal néctar fluyendo de tu sexo,
lasciva fiebre, entre sueños pecaminosos de un poeta.

Las banalidades se pierden dentro del aquelarre,
desenfreno: sinónimo de relamer de cada fantasía,
frenesí  al exhalar, tremenda agitación por  verte;
plácida masturbación y eyaculación entre caricias.

-||Fernando Violahuesos||-

lunes, 26 de noviembre de 2012

Encuentro de dos seres


Encuentro de dos seres sin edad
Autor: Ilse McCarthy

Entra por esa puerta y la sala deja de ser una habitación para convertirse en un paraíso. Está preocupado, está nervioso, aún cuando le he dicho cien veces que las dudas y los miedos debe dejarlos descansar en el patio de enfrente. Está ansioso, lo veo en sus manos pero se detienen; está alucinado, lo veo en sus ojos pero me esquiva; está enamorado, lo dice su alma pero lo calla.

Le recorro con la mirada, es tan perfecto pero no puedo hacerle ver quién es a través de mis ojos; es tan dulce y a la vez tan agrio por su incertidumbre. Hombre, le recorro con la mirada porque está lejano de mis caricias y le saboreo en unos labios intangibles porque su boca duda de si es correcto haber atravesado esa puerta. Hombre, que baja la mirada y susurra “no sé si esto es correcto” y yo con la boca seca de deseo, trato de darle a entender que es cuestión de perspectiva.

Le invito a sentarte junto a mí en el silencioso sofá, tomando sus manos como queriendo despejar sus temores. Tantos años lleva a cuestas y aún le da miedo el amor; yo por inocencia no le temo, mi ignorancia me hace fuerte mientras que su experiencia le hace caer. Me atrevo a tocarle, a llegar a su rostro y levantarle la mirada, ansiando que se encuentre con la mía. Sus ojos tienen esas marcas que sólo los años dejan y al mismo tiempo una vitalidad que no he encontrado en los rostros más jóvenes, me atrevería a decir que ni siquiera en mi reflejo. Sus manos llevan marcas, el doble que las mías, sus huellas han recorrido el doble de sendas que yo, sus ojos han visto el doble de amaneceres y sin embargo está aquí, compartiendo el presente con una joven que apenas camina, apenas ve, apenas crece.

-¿Por qué dudas?- pregunto. Como si no estuviera viendo el nudo que su garganta forma, como si no sintiera aquel sudor nervioso que desliza de sus manos, como si no estuviera ya ahogándose en preguntas. Guarda silencio. Quizás la mejor respuesta ante una pregunta tan estúpida. Levanta la mirada y trata de sonreír pero es efímera, es dudosa y no permanece en el aire ni un instante.

– Me gustas – dice sin ver de frente – pero no sé si soy capaz de aventurarme en un amor así. Dudo porque es real lo que nos puede distanciar y me da miedo enamorarme de una joven cuando mis caminos están ya tan empolvados. Me da miedo que mi alma no te lleve el paso y nos quedemos lejanos. – Sus palabras me atacaron, me acuchillaron y de momento preferí el silencio. Quería a aquel hombre, me gustaba en todos los sentidos y de pronto me sentía sola; sentía que lo perdía poco a poco, que se alejaba en un horizonte que siquiera había contemplado. Suspiré lentamente y tragué saliva, lista para darle la razón y dejarle partir. ¡Hombre, le aseguro que estuve a punto de dejarle partir! Pero le vi una vez más. Escuché su voz, fuerte, en mi recuerdo; sentí sus manos firmes sobre las mías y, sobre todo, viví su alma sabia una vez más. No podía dejarle ir, no antes de intentar, no antes de ser, no antes de empezar.

– Escúchame – comencé – escúchame. Si después de lo que tengo que decir te quieres marchar podrás hacerlo, pero escúchame. – No sabía exactamente qué decir, pero confiaba en esta energía para hacerle ver mi mundo a través de palabras, hacerle sentir seguro en un universo donde todo está en contra. – Hay tres cosas que puedo asegurar, tres verdades que no dudo y son ellas las que mantienen mi espíritu firme hoy, son ellas las que me impulsaron a traerte aquí y las que mantienen mi voz firme y mi mirada en la tuya. Primero: sé con toda certeza que soy lo suficiente mujer y lo suficiente madura como para estar a tu altura – me miró sorprendido y continué sin darle espacio para hablar – Segundo: sé que eres lo bastante hombre y lo bastante vital como para estar a mi altura. Y tercero: sé también con toda certeza que en esta aventura sólo necesitamos esas dos verdades, sólo necesitamos ser tú y yo.– Respiré profundo y me decidí a hablar con sinceridad, sin máscaras, sin armaduras; me entregué entre palabras a él. – Quiero que me mires, quiero me escuches, pero sobre todo quiero que me sientas y que te des cuenta de que no tengo edad; estoy perdida en el tiempo, en ese espacio en el que un acta de nacimiento y la vida misma combaten entre números y experiencias. Yo te veo y no veo a un viejo, yo te escucho y no escucho a un hombre cansado, pero sobre todo yo te siento y siento un alma viva, un hombre real, un hombre vital.

Se quedó callado y su silencio inundó la habitación; casi lo vi levantarse, tomar su chaqueta y marcharse. La idea recorrió mi mente en un segundo y me dolió verlo partir entre mis pensamientos. Pero el hombre se quedó quieto, levantó la mirada, se acercó muy lentamente y me besó. Las dudas escaparon entre nuestros labios y se escondieron en los rincones los miedos. Sus manos acariciando mi cuerpo se llenaron de seguridad y, al final de aquel beso, tomó mi rostro y sonrió; con una sonrisa que no dejó espacio para el miedo, ni la inseguridad… sólo para el amor.

De pronto aquel hombre no tenía dudas, la joven no tenía miedos y ambos no tenían edad.

Ilse McCarthy

miércoles, 21 de noviembre de 2012

A incomprehensibilis rerum





Título: A incomprehensibilis rerum (de la cosas incomprensibles)

Autor: Luis Carlos Salgado Garzón.



No entiendo,
ni comprendo
la fragilidad de la vida,
contra la fuerza del espíritu.

No entiendo,
no entiendo,
como la persona alegre
se guarda los dolores insufribles.

No entiendo,
ni busco comprender,
como del odio nace el amor
y viceversa.

No entiendo,
ni comprenderé,
la frialdad del sol
y el acogedor calor de la luna

No entiendo,
no entiendo,
¿Por qué morder
la mano que nos acoge?

No entiendo,
no entenderé
la complejidad de la vida
y la sencillez del hombre.


-Luis Carlos Salgado Garzón.


"Me conozco, no me importa esperar

tú solamente me mostraste el camino a casa

cuando yo estaba perdida y cegada,

sucumbiré ante la ida

de que me encontrarás y me verás

que correré y no me cansaré

Para encontrarnos otra vez."

-Viry Gurdiño

martes, 20 de noviembre de 2012





"Uno cree que la peor tristeza e idiotez de la sociedad 
es el hecho de que nos odiemos unos a otros, 
pero después de poco se da cuenta de que la peor estupidez y
 tristeza es que la humanidad nos hace odiar hasta nuestro propio reflejo."

-Ilse  McCarthy Estavillo

Tus ojos

Título: Tus Ojos
Autor: Oscar Ivan Alejo Dávila



Tus ojos, traviesos y furtivos
musitaron algo
iban asechando felinos, astutos y
hambrientos.
Yo, sitiado
...

Tus pasos silenciosos
Preludian mi castigo
solo queda entregarse ¿para qué huir?
Soy tributo, presa, soy carne.
...

Oscuros, malditos, sublimes
dictan sentencia.
Me condenan a amarte
no hay defensa, son juez y parte.
...

Paganos,
tentadores, ingratos.
Me atrapan, salvajes me amordazan
Mis manos atan
...
¿Qué soy ahora?
Soy carroña abandonada
uno más en el pabellón de los furiosos,
una estatua, un alma degollada.

-Oscar Ivan Alejo Dávila

lunes, 19 de noviembre de 2012

Olvido


Frase:
Te olvido sentada en una nube, 
producto de mis lágrimas vaporizadas por el calor de 
nuestros cuerpos

                       -Adriana Moran

El hombre que vivía dentro de una cebolla


Título: El Hombre que vivía dentro de una cebolla

Autor: Jack Vane





Todo está tan blanco, tan calmado como siempre.
Me pregunto si existen otros colores. Nunca me he quejado del blanco. ¿Cómo será afuera?
Tal vez el creador se olvidó de darme ventanas. ¿Existirá afuera?
No puedo ser el único.
Otros colores. ¡Sí! Debe haber muchos más, blancos distintos, menos blancos que el blanco e incluso atrevidamente nada blancos.
De verdad me gustaría salir. ¿Será posible? Creador. Déjame salir.
Maldito sordo.
Si tan sólo hubiera una forma. ¿Pero por qué de pronto me siento tan seguro? Las paredes nunca me han lastimado, siempre tan blancas.
Tan buenas.
Sólo son delirios. Grandeza auto-añadida, sí eso es. Afuera no existe, sólo son cosas de mi mente. Rebelde.
Me sentaré como siempre. A existir. Existir es divertido. Solamente. Dejar de existir.
¿Qué es eso? ¿Se está abriendo? ¡Creador viniste por mí!
Todo se apaga.

Cierta madrugada de primavera, Berta Alicia se levantó para preparar el desayuno para su esposo.
Tomó los huevos, rompió y los vertió en un tazón.
Alargó los brazos en direcciones opuestas y sus manos apresaron un cuchillo y una cebolla.
A él le gustaba la cebolla en los huevos.
El cuchillo se postraba triunfal sobre la cebolla. Blanca. Indefensa.
Aquel corte llegó y tras el grito de Berta Alicia hubo silencio.
Y sin creer lo que vio, se animó a regresar la vista a la tabla de cortar para ver de nuevo lo que ahí seguía.

La cebolla sangraba.

-Jack Vane

viernes, 16 de noviembre de 2012

Delirio


Título: Delirio
Autor: Daniel A. Rascon.




Delirio.

Espero la noche
Se apodere del cielo,
Espero a que el sol se marche
Para ser tu cómplice de amor.

Con silencio me escabullo por tu casa,
Camino hasta tu alcoba,
Recinto donde duermes, tú,
Mi deseo latente.

Quiero, deseo tu cuerpo
Desvestirte con mis ojos,
Acariciarte con el aire que entra
Por  la ventana.

Desviste con tu tacto mis deseados antojos
Pintar de rojo tus mejillas, con las llamas de mis dedos,
Hundirme poco a poco en el ropaje de tu carne,
Como si fueses arena movediza.

He oído que en ti están las puertas del cielo
En la delicadeza de tu cuerpo, oculto entre tus piernas,
Mis labios van en búsqueda de ella,
Y tal parece que yo tengo la llave de esa puerta.

Y me deslizo sobre el cielo
Se enciende la llama al penetrar tan hondo
Y mis labios se pierden en la fuente del deseo
Bebiendo de ese néctar que emanas.

Daniel A. Rascon.



Involucrar





Título: Involucrar
Autor: Benjamin Franklin




jueves, 15 de noviembre de 2012

Quédate

Quédate con tu decadente estilo de vida.

Quédate en tu mundo de apariencias;

basadas en todos y en todo, 

menos en experiencias.


Quédate con tus críticas sin fundamento,

rechazo tu lógica y 

rechazo este sufrimiento.

Al ver la luz pasando entretejida por un orificio,
me he dado cuenta 
que he de hacer este sacrificio.



Arma tu barricada, que algún día derrumbarás.

Al darte cuenta que todo de lo que te proteges,

siempre estuvo detrás.

Cuando hayas decidido 
de una vez dejarme en el olvido;
entierra las esencias de los momentos que hemos
compartido.



Sabes, estaré con mis pies en la arena,

pero a pesar de la falta de tu presencia:

verás que jamás me habré detenido.


-Luis Fer Aguilera.

miércoles, 14 de noviembre de 2012

Inteligencia



Título: Inteligencia
Autor: Aristóteles

La inteligencia consiste no sólo en el conocimiento, 
sino también en la destreza de aplicar 
los conocimientos en la práctica.

                                      -Aristóteles

Te siento tenue



Título: Te siento tenue
Autor: Kevin G.




Te siento tenue...

Clamas mi atención con tus ojos, 
de esos que mantienen confundido, 
pero a la vez calientito, sintiendo que eres único; 
mas sabes que en realidad no es así, 
sabes que esos ojos pueden ser para cualquiera,
esos ojos se comparten.

Terminarás de despedirte volteando la mirada, 
rompiendo el contacto, dejándome vacío, 
dejándome a un lado en algún espacio en el que nunca estuve.

No existo para ti.
¿Mientras tú? 
Tú estás ahí presente todos los días;
frágil ante la luz naranja, sigilosa.

-Kevin G.

lunes, 12 de noviembre de 2012

Hasta no poder más



Título: Hasta no poder más
Autor: Cristian Vázqez





Considera que te amé hasta no poder más
amé cuanto no conocía, la calma de tus dudas y la inercia de tus ojos.
 Considera que te amé en los tiempos buenos, en los malos,
en el aire que quitabas de este cuerpo, en la llama de tocarte y en la luna que pocas veces vi contigo,
 te amé sin forma, sin tiempo y sin maneras.

Como no sabía, te amé sin conocerme, sin saberme propio de alguien mía, sin saberme ajeno, sin saberme atado.
Te amé libre y difusa, te amé porque fui libre y todo y nada, porque fui en ti y en mi reflejo;
te amé breve, constante, con el tacto, con las ansias, te amé al oler tus penas, tus piernas, al inhalar tu aire,
y te amé con la carne y con las venas.

Yo te amé sin gramática, sin reglas, sin cadenas,
no tuve más recurso que amarte a desmedida,
te amé breve, en tres letras, en  tres años, te amé volatil cual presente
y eterna como solo el amor que es primerizo.

Te amé del amar que se individualiza, del amar que es plural y sustantivo,
del amar que se ama mejor cuando es silencio, del amor que es mejor cuando está solo,
del amor que es mejor cuando se exprime,
del amor que es mejor cuando es contigo,
del amor que hoy es mejor cuando no existe.

En todos los rincones de este pueblo minúsculo hay pruebas de mi amor y de mi olvido,
del amar por la acera, por el parque, del amar sin espacio y sin lugares,
de amar con dos pizcas de silencio y del no amar tanto también, de vez en cuando.
Te amé del amor que son tres letras y algo más, del amor que se adentra por los poros de los conceptos vanos en mi vida,
te amé lo que se puede amar a las primeras tantas veces,
 cuando pude, cuando quise,  sin límites, sin formas, sin recurso
te amé con ropa, con duda, sin una y sin otra
te amé con mis palabras, con mis sueños, en mis sueños, en lujurias frustradas, en camas compartidas,
en noches perpetuas, en las tardes largas y en discursos cortos;
te amé con mi rutina a cuesta, con tu sombra multicolor en cada espacio,
te amé porque ahí estabas cuando estabas, porque me hiciste falta;
 te amé en ausencia, en marcha, te amé las veces que lo dije, pero sobre todo te amé cuando callaba,
cuando no pude decirlo ni desearlo, cuando arranqué la hoja, borré el verso o caminé al barranco.


 Considera que te amé cuanto te he escrito y cuanto te he guardado
y sí, te amé en pasado, porque amo que te amaba sin medida
y hoy amo nuestro amor porque te  amaba únicamente,
incluso cuando sólo queda amar
Éste póstumo texto.

Considera que te amé hasta no poder más.

-Cristian Vázquez


La ficción













Título: Ficción
Autor: M. Vargas Llosa



Inventamos las ficciones para poder vivir de alguna manera,
las muchas vidas que quisiéramos tener;
cuando apenas disponemos de una.

domingo, 11 de noviembre de 2012

Desaparecer


Título: Desaparecer
Autor: Jorge Orlando Ochoa Lucero 






Se devolveran mis anhelos
envueltos en acero y hielo,
centenares de segundos
que se escuchan tronar lejos,

valdrá la pena soñar,
aunque algún día se desvanezca;
mientras, no intentare despertar
en lo que esto cae y desaparece,

si escuchas como me desgarro,
limando el cielo con mi vida,
mientras inventas desaparecer
haces crecer el fantasma vivo
que encarna en mis noches.

Envuelto en mantos de luna y arena,
aromas de otoño que resucitan,
que constipan el delicado sentir
déjate olvidar, escúchame pensar,
“hasta que llegue el invierno no te rendirás…”

..Orlando 8a..

Estudio


“ Nunca consideres el estudio como una obligación, sino 

como una oportunidad para penetrar en el bello y 

maravilloso mundo del saber. ”

                                                        -Albert Einstein