Titulo: Es una Tristeza...
Por: Uriel Luviano
...que en estos tiempos tan díficles y oscuros, dejemos que las pocas llamas que existen para guiarnos en el camino se extingan y nos dejen como ciegos en un mundo que cada vez pinta más para irse al caño.
Me refiero a la extincción de las librerías y bibliotecas, no sólo en México, sino en el mundo en general. Para empezar quiero hablarles de una pequeña librería que se encontraba en la Calle Primera, cerca del Culture Beat, que apesar de tener un surtido bastante malo, era un lugar agradable para pasar el rato cuando te quedabas sin cosas por hacer en esa bella calle. En fin, es librería cerró, para ser remplazada por una flamante tienda de bolsas de imitación y demás productos de procedencia asiática. Esto es un crimen desde mi punto de vista, ya que en una ciudad que se acerca peligrosamente al medio millón de habitantes, y que solo cuenta con dos bibliotecas públicas, el reducir aún más los lugares donde se pueden conseguir libros es darle otro pretexto a los jóvenes para que se entreguen al crimen, que ya de por sí aparenta ser una opción laboral mucho más glorificante:
"Mejor vivir cinco años como rey que 100 como buey"
-Dicho popular
Pasándonos al vecino país del norte, que mucho toman como referencia en materia de libertad, oportunidades y nivel de vida, una librería que a mí me trae muy gratos recuerdos, ya que varios de mis libros favoritos fueron comprados ahí: Borders, se declaró en bancarrota y sus empleados amables y serviciales fueron cambiados por intermediarios de una compañía de liquidación que no son capaces de decirte ni siquiera dónde está el baño.
Es ridículo que en un país que se jacta de ser la tierra de la libertad haya dinero para regalarle a los bancos que propiciaron esta catástrofe económica que está afectando a toda la economía capitalista, en "paquetes de estílumo" cuya efectividad y justificación son más que dudosas; pero la oportunidad de comprar una cadena de librerías en quiebra, y convertirlas en biblotecas públicas para que el grueso de la población pueda disfrutar de este invaluable recurso pase desapercibida, o más bien, ignorada.
Esa era mi queja de el día de hoy, gracias por aceptar mi palabrería de adolescente indignado con semejante estoicismo.
Agradecimiento a Ana Figueroa, por haberme tr las malas noticias acerca de Borders.